martes, 21 de mayo de 2013

Produciendo en serie

 
Hace unos meses escuché en la radio que la música, con los años, se estaba volviendo cada vez “más uniforme”. Aparentemente, la amplitud de las notas musicales es más reducida por lo que la mayoría de las canciones se parecen más. El oído prefiere escuchar más de lo mismo. En un comentario reciente que publiqué en Facebook, escribí que estábamos rodeados de gente que también, al leer lo mismo que nosotros y escuchar las mismas noticias, tiende a pensar lo mismo. Mi hija, que estudia diseño industrial entregaba esta semana un trabajo sobre como la globalización genera diseños similares en moda, arquitectura, muebles, páginas Web… Parece que todo nos conduce a lo mismo: Nadie se arriesga a pensar, ser o crear diferente, se busca más de lo mismo.
Como psicólogo, sigo manteniendo que hemos creado una sociedad narcisista y como consecuencia la crítica se vive mal. Si todos leemos, pensamos, diseñamos y escuchamos lo mismo, todos seremos iguales y la amenaza de la crítica desaparecerá. Aunque nuestros egos agradecerán la falta de amenaza de cualquier comentario que cuestione nuestro trabajo, nuestras vidas no lo harán.
La desaparición de la crítica, que en apariencia puede ser buena, nunca lo será. Sería como decir que el conflicto tiene que desaparecer y sabemos que sin él, no podemos crecer ni avanzar. Lo preocupante de que todos pensemos igual es que nunca encontraremos soluciones nuevas a los problemas. Todos abordaremos las dificultades de la economía, de las relaciones con familiares y amigos y del trabajo de una misma y única manera. Nadie ira contracorriente, nadie será original, nadie nos hará pensar ni nos forzará a plantearnos distintos caminos para llegar a una misma meta final.
Nos habremos instalado en la mediocridad y en un crecimiento lento sin revoluciones científicas, ni políticas, ni laborales. Y sin esos cambios nos mantendremos iguales todos, como productos hechos en serie, abocados al aburrimiento.
Señores, atrevámonos a probar cosas nuevas, seamos optimistas y dejemos de hacer lo mismo y pensar lo mismo que los demás. Salgamos del círculo de confort de ser como todos para probar cosas nuevas. Perdamos el miedo a la crítica, aprendamos de nuestros errores, arriesguémonos. Solo así seremos diferentes y cambiaremos las cosas. Solo así, y trabajando duro saldremos de la crisis.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario