lunes, 9 de enero de 2012

Los efectos del ejercicio en la salud mental

“Mens sana in corpore sano”. Aunque originalmente esta cita se refería a la necesidad de rezar para mantener la salud física y psicológica, con el tiempo su sentido se ha ido desviando hacia la firme creencia de que en un cuerpo sano hay más posibilidades de que nuestra mente se mantenga equilibrada y manejemos mejor nuestras emociones - a que tengamos una mayor inteligencia emocional. Esto que parece intuitivo se ha convertido en los últimos años en algo que la ciencia ha corroborado y corrobora. La ultima publicación de la American Psychological Association de diciembre, el “Monitor” nos presenta en portada un artículo sobre “las nuevas investigaciones sobre el enlace entre el ejercicio y la salud mental.  Según dicho articulo “se va acumulando evidencia sobre los beneficios del ejercicio y sin embargo los psicólogos a menudo no utilizan el ejercicio como parte de su arsenal para ayudar a las personas”. También está claro que el mensaje no esta llegando como debiera a la población que a menudo prefiere formas de vida más sedentarias
Lo primero que muestran los estudios es que el ejercicio mejora el humor. Tan solo después de cinco minutos de hacer ejercicio nos sentimos de mejor humor. Hay suficientes datos epidemiológicos que sugieren que la gente activa se deprime menos que la inactiva y las personas que eran activas y dejan de serlo tienden a estar más deprimidas que aquellas que inician o mantienen ejercicio. Según un estudio de Blumenthal en el 2007 con personas deprimidas, el ejercicio es comparable a la acción de antidepresivos y las recaídas disminuyen en personas que hacen ejercicio. Definitivamente los psicólogos deben “recetar deporte” como parte del tratamiento a la tristeza, la depresión e incluso al mal humor.

También los investigadores han evaluado la relación entre la ansiedad/estrés y el ejercicio. Curiosamente las personas aprendemos a asociar las respuestas fisiológicas ante la necesidad de escape o lucha, (ante la ansiedad y el estrés) con las producidas por el deporte. Fisiológicamente se parecen y si estamos acostumbrados a ellas es más difícil, si hacemos ejercicio, que entremos en pánico ante una situación amenazante o muy exigente. Las personas que participaron en un estudio donde se hacia ejercicio dos semanas mejoraron su capacidad para hacer frente a la ansiedad comparadas con un grupo de control. Otro estudio mostró que personas muy sensibles a la ansiedad reducían la posibilidad de sufrir ataques de pánico si hacían deporte.

¿Por qué ayuda el deporte?

No sabemos como el mover los músculos puede tener un efecto tan importante sobre la salud mental.  Hay demasiadas preguntas abiertas sobre los mecanismos que contribuyen a la mejora del humor. Bioquímicamente hay muchos factores del deporte que pueden afectar nuestro humor. Algunos investigadores sospechan que el ejercicio incrementa la serotonina, un neurotransmisor necesario para no deprimirse. También parece que el ejercicio aumenta un factor neurotrópico que apoya el crecimiento de las neuronas.  Otra teoría dice que el ejercicio ayuda a normalizar el sueño, algo que se sabe que tiene efectos protectores sobre el cerebro.

También hay explicaciones psicológicas. El ejercicio puede dar un kic que ayude a la persona a volver a realizar actividades significativas dando un sentimiento de logro. Puede ser también que el ejercicio de fuerza al cerebro de manera que el estrés tenga menos impacto sobre el. Probablemente sea más de una la razón para que el ejercicio sea tan útil.

Y si es tan bueno… ¿Por qué nos cuesta tanto?

En Estados Unidos en el 2008 un 25% de la población no hacía nada de ejercicio. ¿Por qué nos cuesta tanto? Una de las razones puede ser que empezamos queriendo hacer más de aquello para lo que estamos preparados. Si hacemos ejercicio al punto de no poder hablar mientras lo hacemos posponemos la satisfacción que se experimenta 30 minutos. El ejercicio debe de empezar siempre con planes moderados. Demasiadas expectativas nos llevarán al abandono al poco tiempo de empezar.

¿Que tipo de ejercicio y cuanto?

Una buena cuestión es saber que tipo de ejercicio y cuanto se debe hacer ayudarnos con la salud mental. Los investigadores no parecen tenerlo claro todavía. No hay suficientes investigaciones que lo indiquen. Un estudio comparó los efectos de ejercicio donde se quemaban 4Kcal con los de ejercicio donde se quemaban 16 Kcal en personas deprimidas. El resultado fue que en ambos casos se producían mejoras significativas pero que estas eran más eficaces en el grupo de realizaba más ejercicio. En cuanto al tipo de ejercicio, la mayoría de los estudios se hacen con aerobic pero parece que el trabajo de gimnasio con pesas también es efectivo. Los estudios sobre el yoga parecen prometedores y caminar, correr o nadar son también posibilidades. Queda mucho trabajo por hacer para poder especificar si algún deporte es mejor que otro y el tiempo que se debe dedicar. Lo importante es hacer algo de ejercicio y la sabiduría popular recomienda al menos 20 minutos tres veces por semana siempre sin que nos falte el aire.

Ahora que empieza el año y nos hacemos promesas, hacer deporte puede ser una manera de sentirnos mejor y afrontar un nuevo año con más optimismo y mejor salud. Pero acordaros de empezar despacio de manera que no se convierta en algo de lo que queremos huir sino de algo que nos permite escaparnos de los problemas y sentirnos mejor con nosotros mismos.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario